COMPROMISOS DOCTRINALES

COMPROMISOS PRÁCTICOS

DOCTRINA Y REGLAMENTO

LA IGLESIA DE DIOS ES…

DECLARACIÓN DE FE

MISIÓN Y VISIÓN

RESOLUCIONES

REGLAMENTO

RESOLUCIONES

La Iglesia de Dios declara su posición sobre muchos temas de importancia social y eventos globales a través de resoluciones aprobadas en la Asamblea General bienal. Más de 60 resoluciones adoptadas desde 1968 se enumeran a continuación por fecha y en orden alfabético:

11-09-01, LA GUERRA CONTRA EL TERRORISMO Y APOYO AL PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS (2002)

POR CUANTO, el 11 de septiembre de 2001, cuatro aviones secuestrados (American Airlines , vuelo 11, United Airlines, vuelo 175, American Airlines, vuelo 77, American Airlines 93) en cuestión de una hora y veinticinco minutos se estrellaron contra las Torres Gemelas del Centro de Comercio Mundial, el ala oeste del Pentágono y un área rural del Condado de Somerset, en el estado de Pennsylvania, tomando las vidas de más de tres mil almas; y

Por cuanto,este violento acto de terrorismo sin precedentes tomó vidas de muchas nacionalidades y religiones y, sus muertes tocaron los corazones de más de sesenta países alrededor del mundo; y

Por cuanto, los sucesos de ese día han cambiado nuestras para siempre y afectado nuestro sentido de seguridad y bienestar, desafiándonos a reconocer los peligros que nos rodean y revelándonos las realidades de los últimos tiempos que se presentan ante nosotros; y

Por cuanto, la Iglesia de Dios, con sus ministerios, abarca más de ciento sesenta naciones alrededor del mundo, ha sido conmovida por el horror de este ataque terrorista; y

Por cuanto, la Iglesia de Dios, bajo la dirección del supervisor general, ha respondido  y facilitado por medio de nuestra División de Cuidado Ministerial, para socorrer a los afectados por estos trágicos eventos; y

Por cuanto, nosotros, la Iglesia de Dios, permanecemos comprometidos con la evangelización mundial, el cuidado pastoral y el ministerio de la salvación, incluso de frente a la actual amenaza del terrorismo mundial;

Resuélvase, por lo tanto,que nosotros, la Iglesia de Dios, apoyamos al Presidente George W. Bush y al sinnúmero de líderes mundiales que se han unido a ponerle fin a la amenaza del terrorismo; y

Resuélvase, además, que oremos por las víctimas del terrorismo alrededor del mundo y por aquellos que todavía son víctimas de los daños intencionales y que sigamos la amonestación bíblica de orar por la salvación de aquellos que se han comprometido a ser agentes del terror; y

Resuélvase, Finalmente, que durante esta 69ª Asamblea General Internacional de la Iglesia de Dios nos comprometamos a ser agentes de cambio con nuestro estilo de vida, testimonio, oración y conducta espiritual, para que así llevemos el mensaje de paz y esperanza de Jesucristo al mundo

125 ANIVERSARIO DE LA IGLESIA DE DIOS

Por cuanto, el 19 de agosto de 2011se celebrará el aniversario número 125 de la Iglesia de Dios; y,

Por cuanto, de las ocho personas que respondieron a la invitación de Richard Spurling de, “…tomar el Nuevo Testamento…como la única regla de fe y práctica…y reunirse como la Iglesia de Dios…”, hemos crecido a 6,748,354 miembros distribuidos en 34,848 alrededor del mundo; y,

Por cuanto, esta ocasión histórica permite que la Iglesia de Dios recuerde el pasado, se regocije en el presente y renueve su compromiso con el futuro; por tanto,

Resuélvase, que recordemos nuestra herencia pentecostal y a las mujeres y los hombres que se sacrificaron y moldearon nuestros valores bíblicos, y la gracia divina y los dones que convirtieron a la Iglesia de Dios en una fuerza evangelizadora en el mundo; y,

Resuélvase, además, que nos regocijemos porque Dios ha dirigido a la Iglesia de Dios, nos ha establecido como su pueblo bendito y a través de la oración nos ha dado recursos celestiales ilimitados; y,

Resuélvase, además, que renovemos nuestro compromiso de adorar a Dios en espíritu y verdad, cumplir la Gran Comisión, y que tengamos confianza en cada aspecto del ministerio; y,

Resuélvase, además, FINALMENTE, que en este 125 aniversario nos unamos en un espíritu de celebración y compromiso; que las iglesias organicen actividades de recordación, regocijo y renovación que honren y glorifiquen al Señor y que inspiren nuevos medios para apoyar la misión y visión de la Iglesia de Dios. 

ACCESO DE PERSONAS TRANSEXUALES A LOS SERVICIOS SANITARIOS (2016)

POR CUANTO, la Biblia establece en el capítulo 5, versículo 2 de Génesis y en el capítulo 19, versículo 4 de Mateo que Dios ha creado al ser humano varón y mujer y ya que en ningún lugar de las Escrituras se sugiere que los seres humanos tengan la libertad de identificarse con el género que deseen, contrario al sexo biológico con que nacieron; y 

POR CUANTO, la Iglesia de Dios desde sus comienzos ha reconocido que las diferencias biológicas definen la particularidad del hombre y la mujer, lo cual ha sido reconocido a través de la historia; y

POR CUANTO, la Iglesia de Dios establece en sus Enseñanzas, disciplina y gobierno (edición 2014) que Dios creó al ser humano, varón y hembra lo creó (Génesis 1: 27). Que les ha dado características (1 Corintios 11: 14-15; 1 Pedro 3: 7) y responsabilidades distintas el uno del otro (Génesis 3: 16-17; 1 Pedro 3: 7).

POR CUANTO, el acto de dar acceso a los servicios sanitarios a personas del sexo contrario puede propiciar un ambiente susceptible a violaciones de la intimidad y seguridad;

POR TANTO, RESUÉLVASE, que los templos, las instalaciones o locales e instituciones educativas que la Iglesia de Dios use para sus fines religiosos mantengan servicios sanitarios diferenciados por sexo, vestidores e instalaciones similares para el uso exclusive de hombres y mujeres de acuerdo solamente con su sexo biológico y el género identificado en sus actas de nacimiento (con la excepción de las personas que deben asistir a los discapacitados del sexo opuesto, en cuyo caso deberá usarse el servicio que corresponda con el sexo del ayudante); y

RESUÉLVASE, ADEMÁS,  que los ministros y las ministras, laicos y laicas de la Iglesia de Dios reconozcan la realidad de la confusión de género como un asunto que debe ser tratado compasiva y profesionalmente, y que debe ofrecerse o buscarse a expertos que asesoren a quienes sientan este tipo de confusión; y

RESUÉLVASE, FINALMENTE, que la iglesia acepte su responsabilidad cristiana de enseñar que Dios ha creado al ser humano hombre y mujer.

CELEBRACIÓN DE NUESTRA HERENCIA: RESOLUCIÓN CENTENARIA SOBRE LA FE, IDENTIDAD Y MISIÓN (1996)

I. Implementación de nuestra misión

POR CUANTO la Iglesia de Dios ha experimentado 100 años de avivamiento en el Espíritu Santo desde el derramamiento del Espíritu Santo en la Escuela Shearer en 1896; y

POR CUANTO Dios ha bendecido y prosperado abundantemente a la Iglesia de Dios, tal como lo evidencia su crecimiento de más de 4 millones de miembros y su representación en 160 países alrededor del mundo; y

POR CUANTO La Gran Comisión de Jesucristo de “id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” no puede ser cumplida a menos que los creyentes asuman la responsabilidad de ser testigos personales,

RESUÉLVASE, POR LO TANTO, que nosotros reafirmamos nuestra misión de perpetuar el evangelio completo de Jesucristo (Mateo 28:l9-20), en el Espíritu y poder de Pentecostés (Hechos 2:1-4, 6, 13-18), mediante la atención y el énfasis específico en la centralidad de la Palabra de Dios, la evangelización del mundo, el desarrollo ministerial, el discipulado cristiano, el ministerio laico, la mayordomía bíblica, el “iglecrecimiento”, el establecimiento de iglesias, el enriquecimiento familiar y el liderato de servicio; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que implementemos esta misión de manera expeditiva, utilizando todo recurso disponible, entendiendo la urgencia de la hora y reconociendo nuestra dependencia en el poder del Espíritu Santo para alcanzar eficazmente a nuestra generación para Cristo.

II. Reafirmación de nuestra fe

POR CUANTO uno de los puntos más fuertes de la Iglesia de Dios ha sido, y sigue siendo, nuestra insistencia en la autoridad de las Escrituras; y

POR CUANTO si nosotros hemos de perpetuar el Pente­costés en su forma más pura y dinámica, debemos hacer todo lo posible para preservar su integridad doctrinal; y

POR CUANTO la Iglesia de Dios sostiene hoy, como siempre ha sostenido, la Biblia completa, debidamente trazada, y el Nuevo Testamento como la única regla de gobierno y disciplina; y

POR CUANTO la Iglesia de Dios ha buscado desde su fundación, y sigue buscando, ejemplificar la santidad tanto individual como colectiva a la luz de la pureza de Cristo y de su pronto regreso (1 Juan 3:1-3); y

POR CUANTO el éxito o fracaso de esta herencia pentecostal que tratamos de perpetuar dependerá de lo bien que vivamos la fe que proclamamos;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO, que nosotros reafirmamos nuestra Declaración de Fe como una declaración exacta y eficaz de nuestra postura teológica; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que reafirmamos nuestra con­fianza en nuestros principios doctrinales y prácticos como posturas sólidas y bíblicas, y creemos que estas normas establecen expectativas de fe realistas; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que reafirmamos nuestra tradición pentecostal de santidad y nuestra herencia teológica fundamental a medida que servimos a Dios apuntando hacia el siglo venidero.

III. Reconocimiento de nuestra identidad

POR CUANTO la Iglesia de Dios desde su fundación ha tenido sus propias características que la identifican y fue organizada para que fuera distinta de otras iglesias que fueron percibidas como que comprometieron su integridad bíblica; y

POR CUANTO la tendencia de individuos, así como de comunidades, después de un tiempo, es llegar a ser como los demás y perder lo que les distingue; y

POR CUANTO en medio de la perversidad y corrupción del mundo, la apostasía y la transigencia que caracteriza a gran parte de la iglesia moderna, nosotros necesitamos confesar nuestros pecados, evitar caer en concesiones, y orar con denuedo en cada generación, creyendo que Dios limpiará y nos seguirá limpiando de todo pecado;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO, en esta ocasión de la celebración centenaria del derramamiento del Espíritu Santo en la Escuela Shearer, que reafirmamos nuestro compromiso con los principios sobre los cuales fue fundado el movimiento y por los que ha sido guiado por 110 años; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que reafirmamos nuestra irrefutable identidad como una iglesia pentecostal, la cual sigue creyendo en el bautismo del Espíritu Santo con la evidencia inicial de hablar en otras lenguas según el Espíritu dirija en las vidas de los creyentes, y en la operación de los dones espirituales en la vida de la Iglesia; y

RESUÉLVASE, FINALMENTE, que reafirmamos nuestra creencia y nuestro compromiso con nuestros distintivos históricos. Que seamos conocidos permanentemente como una iglesia cristiana, santa, pentecostal, evangelizadora, benévola y que hace discípulos. 

CENTENARIO DE MISIONES MUNDIALES DE LA IGLESIA DE DIOS

Por cuanto, la Iglesia de Dios está comprometida en obediencia a la Gran Comisión de Cristo de hacer discípulos de toda criatura; y

Por cuanto, la Iglesia de Dios inició su ministerio internacional cuando Edmund S y Rebecca Barr regresaron de su hogar en las Islas Bahamas, en noviembre de 1909; y

Por cuanto, los primeros misioneros norteamericanos, R. M. e Ida Evans y Carl Padgett, salieron de los Estados Unidos el 31 de diciembre de 1909 y llegaron a las Islas Bahamas el 4 de enero de 1910; y

Por cuanto, desde ese ministerio la Iglesia de Dios ha llegado a 169 países y entidades geográficas; y

Por cuanto, este ministerio internacional es el resultado de las labores de misioneros y nacionales, que reciben el apoyo espiritual y financiero de la Iglesia de Dios mundial; por lo tanto,

Resuélvase, que la Iglesia de Dios dedique los años 2009 y 2010 a la celebración del centenario de nuestro primer ministerio misionero, con las ceremonias y actividades apropiadas; y

Resuélvase, además, que cada oficina, agencia, publicación y congregación de la Iglesia de Dios, aproveche esta celebración centenaria para narrar la historia de nuestra empresa misionera; y

Resuélvase, finalmente, que la Iglesia de Dios entre en sus próximos doscientos años de ministerio, con una mirada que vaya más allá de las esferas actuales, con una visión renovada y el pleno compromiso de continuar su obediencia férrea a la Gran Comisión. 

CUIDADO MINISTERIAL EN LA IGLESIA LOCAL

Por cuanto,la palabra “iglesia” se refiere a la congregación local de creyentes; y,

Por cuanto, Cristo le ha otorgado a la iglesia un pastor o pastora, que cuida a las ovejas; y,

Por cuanto, Jesús nos advirtió que Satanás es un “lobo rapaz” que a veces se disfraza de oveja (Mateo 7:15) y viene a “robar, matar y destruir” (Juan 10:10) la obra del pastor o la pastora; y,

Por cuanto,Jesús nos dijo: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros” (Juan 13:34); y,

Por cuanto, el Nuevo Testamento instruye a los miembros del cuerpo de Cristo a “amarse los uno a otros”; por tanto,

Resuélvase, que afirmemos nuestro compromiso de ser una iglesia que se interese por sus miembros y viva la declaración: “La Iglesia de Dios reconoce que la iglesia local es el fundamento de las actividades ministeriales y renovará sus esfuerzos por reconocer, afirmar, fortalecer y apoyar la importancia del su ministerio”; y,

Resuélvase, además, que el liderato de la iglesia exhorte a las congregaciones locales a cuidar a sus pastores y pastoras y familias, al proveerles un hogar seguro, una  compensación adecuada, períodos de descanso y seguridad para su retiro. 

DEIDAD DE CRISTO

Por cuanto, en nuestros tiempos vemos el intento de redefinir las enseñanzas y acciones de Cristo para no ofender ni excluir a otras creencias y alentarlas a participar en nuestra adoración; y,

Por cuanto, el llamado a ser inclusivos y a remover las posiciones doctrinales para no ofender a otros, deliberadamente ignora los objetivos del cristianismo ortodoxo y de la doctrina cristiana ortodoxa; y,

Por cuanto,la doctrina cristiana es marginada y abaratada por este desvío de la verdad absoluta; y,

Por cuanto, en una cultura postmoderna hay quienes desean formar comunidades cristianas que no estén fundadas sobre las creencias cristianas históricas, sino sobre nuevos dogmas, filosofías, ideologías y un relativismo radical totalmente opuesto a las enseñanzas de las Sagradas Escrituras; y,

Por cuanto, históricamente hemos “creído” y después “pertenecido”, en vez del relativismo radical y los paradigmas eclesiásticos cambiantes de aquellos que buscan “pertenecer” y después “creer”, y del menosprecio de los principios de la exégesis y hermenéutica que han guiado la declaración de las creencias y doctrinas bíblicas; y,

Por cuant, estos asaltos contra nuestras creencias y doctrinas realmente son un atentado contra la deidad de Cristo, buscando reducirlo a una figura histórica, a un individuo moral que debe ser imitado, y que algunos círculos buscan desacreditarlo como inmoral, de modo que no anticipan rendir cuentas por sus pecados ni enfrentar el juicio de Dios; por tanto,

Resuélvase, en vistade que la Biblia explícitamente enseña la deidad de Jesucristo, que como Iglesia de Dios afirmemos nuestra posición doctrinal de que Cristo es, verdaderamente, Dios; y,  

Resuélvase, además, dado que nuestra posición ha sido corroborada por la preexistencia de Cristo (Juan 1:1), su posesión de los atributos y las prerrogativas divinas (Apocalipsis 1:8), inequívocamente reafirmamos nuestra creencia en que Jesús es Dios encarnado (Tito 2:13-14), el Hijo de Dios (Efesios 1:3), la Segunda Persona de la Trinidad (Mateo 28:19), el Salvador del mundo, Redentor, Santificador, Sanador, quien bautiza con el Espíritu Santo y Rey que viene pronto.

Resuélvase, además, FINALMENTE, que nuestros ministros y laicos tomen como suya la causa de reiterar, afirmar y trascender la cultura mediante la predicación y enseñanza sistemática de esta creencia en la deidad de Cristo, tal y como lo establece nuestra Declaración de Fe. 

EL ABORTO (1976)

POR CUANTO la vida fue originada por la obra creativa del Dios Todopoderoso; y

POR CUANTO el hombre mismo fue creado a la imagen y semejanza de Dios; y

POR CUANTO Dios le asignó un valor especial a la vida humana; y

POR CUANTO la ley divina prohíbe el tomar una vida humana indiscriminadamente, trayendo penalidades fuertes a aquellos que quebranten este mandato; y

POR CUANTO la sociedad contemporánea demuestra una baja consideración por la santidad de la vida; y

POR CUANTO el aborto, en demanda, ahora recibe seria consideración como un medio de control de natalidad y control de población; y

POR CUANTO el aborto es un ataque malévolo hacia la forma de vida más débil e indefensa; y

POR CUANTO los nonatos son incapaces de hablar en su defensa; y

POR CUANTO intensa presión ha sido impuesta en los cuerpos legislativos estatales y nacionales para liberar las leyes del aborto; y

POR CUANTO es el deber de la iglesia elevar una voz moral autoritaria con respecto a este asunto vital;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO que nosotros, la Asamblea General de la Iglesia de Dios, reafirmamos nuestro compromiso histórico sobre la santidad de la vida humana; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que nos oponemos a la práctica del aborto como un medio de control de natalidad y control de población; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que exhortamos a nuestro cuerpo constitutivo a oponerse activamente a cualquier liberalización de las leyes del aborto por los legisladores estatales y por el Congreso de los Estados Unidos; y

RESUÉLVASE, FINALMENTE que ningún individuo debe considerar el aborto como una opción excepto en circunstancias graves, después de haber consultado de la manera más seria con los médicos y religiosos (A56, 1976, págs. 35-36). 

EL ABUSO DEL CÓNYUGE O MENORES (1996)

POR CUANTO el problema de abuso al cónyuge y el abuso a un menor está reconocido como un problema extendido y creciente en la sociedad; y

POR CUANTO la Palabra de Dios enseña claramente los deberes de los esposos y las esposas con respecto a su relación mutua en el contexto del amor santo (Efesios 5:25; Colosenses 3:19); y

POR CUANTO la Palabra de Dios enseña, además, el requisito para una paternidad (maternidad) apropiada que incluye atención y cariño de parte de los padres cristianos (Efesios 5:21; 6:4; Colosenses 3:21); y

POR CUANTO el abuso ya sea físico, verbal, emocional o de cualquier otra forma al cónyuge o a un menor, es totalmente contrario a las normas trazadas en la Palabra de Dios para las relaciones entre esposos, y entre padres e hijos; y

POR CUANTO los ministros y laicos de la Iglesia de Dios deben ser exhortados a plasmar y practicar una vida familiar apropiada, de acuerdo a las normas escriturales;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO que nosotros como iglesia inequívocamente nos oponemos a cualquier forma de abuso conyugal, a un menor o algún otro tipo de abuso ya sea físico, verbal, mental o cualquier índole;

RESUÉLVASE, ADEMÁS que los ministros y laicos de la Iglesia de Dios se abstengan de cualquier acción que transgredan los altos ideales y las normas trazadas en la Escritura con respecto al trato hacia los cónyuges y menores; y

RESUÉLVASE, FINALMENTE que apoyamos la adopción de políticas y procedimientos, de acuerdo con las leyes gubernamentales y los principios cristianos, para prevenir y corregir cualquier forma de abuso (A66, 1996, pág. 65).

EL CLERO Y EL ABUSO SEXUAL (2002)

POR CUANTO, han surgido un sinnúmero de alegaciones de conducta inapropiada por parte del clero; y

POR CUANTO, nuestros ministros sufren presiones fuertes y tentaciones, que son muy particulares de nuestra era y cultura; y

POR CUANTO, nos acordamos del adagio de Gregorio Magno: “Vale más que los escándalos salgan a la luz, que callar la Verdad”; y

POR CUANTO, el interés principal de la Iglesia de Dios es atender a las víctimas y sus familiares; y

POR CUANTO, la Iglesia de Dios valora la comunicación y el diálogo abierto con la comunidad sobre la conducta sexual inapropiada de su clero, dentro de los parámetros del respeto a los involucrados; y

RESUÉLVASE, POR LO TANTO, que afirmamos nuestro compromiso de preocuparnos por los derechos, la reputación, la sanidad y el bienestar espiritual de las víctimas; y

Resuélvase, además, que si surgen pruebas contundentes sobre la conducta sexual inapropiada de parte de un ministro de la Iglesia de Dios hacia un menor, el tal sea puesto en suspensión administrativa y la Iglesia de Dios cumplirá con su obligación de reportar el caso a las autoridades pertinentes y cooperará con la investigación; y

Resuélvase, Finalmente, que sinceramente oraremos por las víctimas y los perpetradores, creyendo que Dios los ama y que evitaremos el fariseísmo para conformarnos a Gálatas 6:1.

EL CREACIONISMO (1980)

POR CUANTO la filosofía de humanismo secular y la filosofía anti-Dios están siendo enseñadas en nuestros sistemas educacionales públicos; y

POR CUANTO existe la necesidad de que el pueblo de Dios se una en contra de la enseñanza de la evolución y del hecho (factor) científico;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO que damos nuestro completo apoyo al principio de hacer provisión para enseñar la alternativa bíblica de la creación en los lugares en que las escuelas públicas enseñan sobre la evolución (A58, 1980, pág. 51).

EL DESARROLLO MINISTERIAL Y LA EDUCACIÓN (1992)

POR CUANTO una nueva luz de libertad y oportunidad para la evangelización ilumina al mundo hoy en día; y

POR CUANTO un nuevo clamor por un liderazgo espiritual debidamente entrenado se está escuchando alrededor del mundo debido al crecimiento de la iglesia y al evangelismo en nuevos campos de trabajo; y

POR CUANTO Dios está levantando un ejército de nuevos guerreros y campeones que están ministrando en números significativos;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO que la Iglesia de Dios apoya, promueva, y anima la accesibilidad de entrenamiento y desarrollo ministerial alrededor del mundo (A64, 1992, pág. 78). 

EL DIEZMO (1972)

POR CUANTO el diezmar es un privilegio de cada individuo y parte del plan de Dios para Su pueblo; y

POR CUANTO el diezmo es claramente sostenido por el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento como el plan básico para el dar; y

POR CUANTO la Iglesia de Dios desde su fundación ha predicado y practicado el diezmar como un mandato escritural;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO que la iglesia exhorte a sus miembros a continuar diezmando fiel y diligente-mente;

RESUÉLVASE, ADEMÁS que todos los miembros sean exhortados a entregar sus diezmos para los fondos de diezmos de la iglesia local para usarse en la expansión de odos sus ministerios. 

EL ENVEJECIMIENTO DE NORTEAMÉRICA (1986)

POR CUANTO los datos estadísticos confirman que la edad promedio de las personas en los Estados Unidos de Norte América y nuestro mundo está aumentando constantemente; y

POR CUANTO hoy en día, de acuerdo a las estadísticas de 1980 del Departamento de Labor de los Estados Unidos, solamente dos de cada cien personas que llegan a los 65 años están financieramente independientes; y

POR CUANTO muchos de los ancianos de nuestro mundo son forzados a adaptarse, por sí solos, a la ancianidad y a la enfermedad sin la ayuda de los familiares, amigos, la iglesia o el gobierno; y

POR CUANTO más de la mitad de entre los norteamericanos más ancianos, uno de cada 10 de estos ancianos que sobre pasan los 85 años de edad viven solos y sin ninguna ayuda, muchas veces con dificultades físicas; y

POR CUANTO los pronosticadores demográficos nos informan que el envejecimiento de Norte América continuará hasta gran parte del siguiente siglo;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO que la Iglesia de Dios dé atención adecuada a este segmento de la población; que estructuremos programas para ministrar a las necesidades de los ancianos; y que animemos a todas las congregaciones a tomar especial conciencia de la situación delicada de estos santos que han contribuido tanto durante los años pasados (A61, 1986, pág. 56).

EL ESTABLECIMIENTO DE NUEVAS IGLESIAS (1992)

POR CUANTO la iglesia local ha sido comisionada por Dios como el agente primordial para comunicar el evangelio y establecer comunidades para el Reino; y

POR CUANTO la necesidad urgente de las ciudades contrariadas claman por una influencia transformadora de las congregaciones locales en cada sector; y

POR CUANTO la Iglesia de Dios en esta 64ª Asamblea General apoya los planes visionarios y de alto alcance para la expansión evangelizadora; y

POR CUANTO la Iglesia de Dios ha demostrado, a través de la historia, un compromiso al establecimiento dinámico de nuevas congregaciones y nuestros períodos de mayor crecimiento numérico ha coincidido con los esfuerzos concentrados en el establecimiento de nuevas iglesias;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO que la Iglesia de Dios dedique sus esfuerzos, en oración al Señor de la cosecha, para enviar obreros a la cosecha (Mateo 9:38), concentrar su atención en los campos fértiles (Hechos 18:9-11), y comprometerse a un plan determinado para el establecimiento de nuevas iglesias (Matero 28:19, 20); y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que busquemos formas creativas para celebrar nuestros éxitos y adelantos en el establecimiento de nuevas iglesias (A64, 1992, págs. 78-79). 

EL JUEGO DE AZAR (1998)

POR CUANTO el juego de azar es un vicio que crece en popularidad, habiendo sido legalizado en casi todos los estados y países, convirtiéndose en una de las mayores industrias de los Estados Unidos con un ingreso anual de 500 mil millones de dólares; y

POR CUANTO las ciudades, estados y reservaciones indígenas se están desviando hacia el juego como una fuente lucrativa de ingresos públicos; y

POR CUANTO el juego de azar es la más regresiva e injusta forma de impuesto, por cuanto se ha demostrado mediante  investigaciones que una cantidad des-proporcionada de jugadores son pobres y analfabetas, quienes menos pueden enfrentarse al sufrimiento de las pérdidas; y

POR CUANTO las posibilidades de ganancia se inclinan mayormente en contra del jugador, en favor de “la casa”, asegurando siempre que la vasta mayoría de los participantes pierdan; y

POR CUANTO el juego de azar es una violación de la regla de oro y descansa en una premisa de que los pocos ganadores recibirán sus beneficios de las pérdidas sufridas por  los muchos perdedores (Éxodo 20:15; Mateo 7:12; Filipenses 2:3, 4; Romanos 12:10; 13: 10; I Corintios 10:31-33; Gálatas 6:2; Santiago 2:8); y

POR CUANTO las Escrituras ordenan el amor hacia Dios y hacia nuestro prójimo (Mateo 23:36-40; Marcos 12:28-33), enseñándonos a hacer todo para la gloria de Dios (I Corintios 10:31), y en amistad (Juan 15:13) para buscar el bien de nuestro prójimo (Romanos 14:19-21; I Tesalonicenses 5:15), mientras que el juego de azar busca beneficios personales a expensas de otros; y

POR CUANTO las Escrituras enfatizan la soberanía de Dios (I Crónicas 29:11-13; Mateo 10:29-30; Filipenses 4:19) mientras que el juego de azar fomenta la confianza en la suerte y la casualidad; y

POR CUANTO las Escrituras enfatizan las virtudes del trabajo (Éxodo 20:9; Efesios 4:28; 2 Tesalonicenses 3:6-12; Génesis 3:19; I Timoteo 5:8), la economía y el ahorro (Proverbios 6:6-11), contentamiento y virtud (Filipenses 4:11) y paz (I Corintios 14:33), mientras que el juego de azar fomenta el riesgo y  una actitud de algo por nada; y

POR CUANTO las Escrituras enseñan la mayordomía de los recursos,  la cual sostiene que todas las cosas pertenecen a Dios y que debemos usar todas las posesiones terrenales como Sus agentes de acuerdo a Su voluntad (Salmos 24:1;  50:10-12; Lucas 12:42-48; I Corintios 10:26; II Corintios 8:5) mientras que el juego de azar fomenta el egoísmo, el descuido y el abandono; y

POR CUANTO el uso adecuado del dinero no incluye el juego de azar, sino, en cambio: provee para necesidades básicas (II Tesalonicenses 3:10); sustenta a la familia (I Timoteo 5:8); contribuye a la obra de Dios (I Corintios 16:1-3); satisface necesidades humanas y da al pobre (Efesios 4:28; I Corintios 9:6-15); y paga impuestos (Mateo 22:21; Romanos 13:7); y

POR CUANTO las Escrituras condenan la avaricia, la codicia y el materialismo (Éxodo 20:17; Mateo 6:24-34; Filipenses 3:18, 19; Colosenses 3:5-6), mientras que el juego de azar fomenta todos estos pecados de la carne, codiciando premios monetarios inmerecidos en clara transgresión de la ley de Dios (I Timoteo 6:10; Lucas 12:15); y

POR CUANTO las Escrituras nos enseñan a evadir toda apariencia de maldad (I Tesalonicenses 5:22) y a odiar lo que es malo (Romanos 12:9), mientras que el juego de azar es una fuente principal de ingresos para el crimen organizado, atrayendo elementos criminales e incitando a la participación en otros vicios y actividades ilegales; y

POR CUANTO las Escrituras fomentan el ahorro con la esperanza de una retribución segura (Mateo 25:27) y nos invitan a guardar nuestros tesoros en el cielo (Mateo 6:19-21), lo cual es muy diferente a arriesgarlos en una pérdida casi segura en el juego de azar; y

POR CUANTO las Escrituras condenan la explotación de los empleados (Santiago 5:1-4) y enfatizan su derecho a un salario devengado (Lucas 10:7) y el juego de azar es una amenaza para la economía, para industrias y negocios legítimos, y para las formas positivas de entretenimiento y recreación; y

POR CUANTO el juego produce un incremento de facturas sin pagar, malversación, bancarrota, y ausentismo en el trabajo; y

POR CUANTO el juego de azar no produce nada ni añade nada a la economía; y

POR CUANTO el juego de azar es un comportamiento adictivo que esclaviza a sus víctimas, robándoles su dignidad personal y su bienestar financiero (I Corintios 8:13; II Corintios 6:3); y

POR CUANTO el juego de azar es perjudicial para sus adictos, sus familias, otras personas inocentes y la sociedad (Romanos 14:19-21);

POR CUANTO el juego de azar es personalmente egoísta, moralmente irresponsable y socialmente destructivo; y

POR CUANTO los intereses del juego de azar a menudo corrompen a los oficiales de la policía y a los oficiales del gobierno, socavando el bienestar de la sociedad y el respeto por las leyes aplicadas;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO que la Iglesia de Dios afirma fuertemente su oposición al juego de azar en todas las formas como una transgresión a la perfecta voluntad de Dios hacia su pueblo; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que nuestros predicadores y maestros de Biblia exhorten a nuestra gente a practicar las virtudes del trabajo, la economía y el ahorro como los medios escogidos por Dios para suplir las necesidades materiales, otorgando sus bendiciones financieras sobre ellos; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que exhortemos a nuestros miembros a expresar su oposición a toda propuesta de gobierno que promueva o legalice cualquier forma de juego de azar en sus estados y comunidades; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que proclamemos ampliamente el poder del evangelio para liberar a los creyentes del dominio y la culpa de todos los vicios y adicciones; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que nos rehusaremos a buscar beneficios personales a expensas de otras personas y familias; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que nos rehusaremos a buscar remuneraciones personales a expensas de otras personas y familias; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que instamos a nuestros ministros e iglesias a que se informen con respecto a las leyes existentes del juego de azar y la aplicación de la ley en sus estados y comunidades; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que respaldamos las leyes, los legisladores y oficiales de la ley que se oponen al juego de azar; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que trabajaremos con las organizaciones cívicas, comunitarias  y comerciales para prevenir su apoyo al juego de azar en la comunidad; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que nos oponemos activamente a cualquier esfuerzo del gobierno  para expandir y/o promover la legalización del juego de azar; y

RESUÉLVASE, FINALMENTE que felicitamos a los legisladores y oficiales del gobierno quienes se oponen a la legalización del juego y los apoyamos en su defensa de la moral (A67, 1998, págs. 54-57). 

EL MINISTERIO A LOS PADRES Y A LOS ADOLESCENTES (1986)

POR CUANTO el hogar ha estado bajo ataque durante muchas facetas y la familia lucha contra fuerzas más grandes que las enfrentadas por generaciones pasadas.

POR CUANTO a la edad de 19 años, un 80% de los varones de hoy día y un 67% de las mujeres de hoy día están sexualmente activos; y

POR CUANTO a muchos padres les falta conocimiento para enseñar los principios escriturales concernientes a la sexualidad, el matrimonio y una imagen apropiada; y

POR CUANTO la mayoría de los padres y los adolescentes desean una mejor comunicación pero les faltan las habilidades básicas para conseguirlo; y

POR CUANTO la iglesia local, como el grupo de apoyo básico para la familia, está llamada a ministrar a estas necesidades;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO que la Iglesia de Dios procure adiestrar a los padres para comunicar efectivamente los principios bíblicos sobre la sexualidad, el matrimonio, y una imagen apropiada; y

RESUÉLVASE, FINALMENTE que la Iglesia de Dios procure desarrollar entre los padres y sus adolescentes destreza para mejorar su relación, y una atmósfera de amor y aceptación, y que estas metas sean alcanzadas a través de una investigación y el desarrollo de una concientización dinámica y programas de adiestramiento para los padres (A61, 1986, pág. 56). 

EL MINISTERIO A LOS SOLTEROS (Y A LOS PADRES SOLTEROS) (1984)

POR CUANTO aproximadamente uno de cada dos adultos en los Estados Unidos de Norte América está soltero; y

POR CUANTO seis de cada diez de los niños nacidos en 1980 pasará parte de su niñez en un hogar con un sólo padre (madre); y

POR CUANTO más del 50 por ciento de la publicidad comercial es dirigida a los solteros; y

POR CUANTO estas estadísticas están constantemente incrementando como resultado de la prolongación de la duración de vida, moralidad en el matrimonio y postergación de matrimonios; y

POR CUANTO todas estas estadísticas representan seres humanos con almas eternas quienes son miembros potenciales para la casa de Dios; y

POR CUANTO la Biblia enseña el perdón, la reconciliación, y la restauración; y

POR CUANTO es responsabilidad de la iglesia local proveer oportunidades para que la persona soltera se envuelva en compañerismo y ministerio;

RESUÉLVASE, que la Iglesia de Dios reconoce la necesidad de ministerios específicos y especiales para los adultos solteros; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que la iglesia responde a las oportunidades proporcionadas por el Espíritu Santo para cosechar en la vida de aquellos individuos en hogares con un sólo padre (madre) proveyéndoles un compañerismo de amor, aceptación y sanidad; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que seguridad amorosa y un sentido de pertenencia sean proporcionados a los niños con padres divorciados o fallecidos; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que los solteros son aceptados y son parte contribuyente a la comunión y ministerio de la iglesia; y

RESUÉLVASE, FINALMENTE que sea proporcionado un ambiente positivo y amoroso para que los cristianos solteros puedan descubrir y ejercitar sus potenciales (A60, 1984, pág. 58).

-Comisión para la vida familiar 

EL MINISTERIO DE LAS ESCUELAS CRISTIANAS (1980)

POR CUANTO a la luz del rápido crecimiento del Ministerio de las Escuelas Cristianas (centros de cuido, kindergarten, escuelas elementales y secundarias); y

POR CUANTO existe un continuo intento de los gobiernos federales y estatales para infringir los derechos de las iglesias de establecer y mantener estos ministerios; y

POR CUANTO existe un aparente intento de algunas agencias de gobierno en declarar que los Ministerios de Escuelas Cristianas no son parte integral del programa de la iglesia; y

POR CUANTO los Ministerios de Escuelas Cristianas de la Iglesia de Dios están regidas bajo la jurisdicción de los supervisores estatales o territoriales, la junta de educación del estado o territorio, y las iglesias locales patrocinadoras;

RESUÉLVASE, ENTONCES que la Iglesia de Dios, reunida en la 58ª Asamblea General celebrada en Dallas, Texas afirma que los Ministerios de Escuelas Cristianas son un miembro integral de la organización, función y metas del ministerio de la Iglesia de Dios local (A58, 1980, pág. 51).

EL PODER TRANSFORMADOR DE LA PALABRA DE DIOS (1994)

POR CUANTO la sociedad norteamericana se enfrenta a la creciente ola de violencia, aborto, abuso de las drogas, abuso de menores, alcoholismo, divorcio, promiscuidad, rebelión, racismo y crimen; y

POR CUANTO las instituciones y soluciones seculares han comprobado no tener poder para resistir estas fuerzas destructivas; y

POR CUANTO estos males sociales están causando la disminución del potencial humano, la desintegración de las relaciones familiares, y la disipación de los recursos naturales; y

POR CUANTO estamos siendo amenazados por la pérdida de la calidad moral de la vida que hemos valorado en este país; y

POR CUANTO un sentido de pesimismo y desesperación está llenando los corazones de muchos; y

POR CUANTO el evangelio del Señor Jesucristo es el poder transformador que liberta a la humanidad de la atadura del pecado y sus consecuencias sociales;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO que la Iglesia de Dios en esta 65ª Asamblea General declara por medio de la presente su fe infatigable en la Sagrada Escritura como la cura para todos los males sociales porque, “es poder para salvación a todo aquel que cree”; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que nos comprometemos a la proclamación de su mensaje redentor y liberador, el cual produce una transformada vida de integridad moral, harmonía en las relaciones y responsabilidad social; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que determinamos hacer nuestra proclamación creíble y persuasiva al afianzarnos fielmente a las normas bíblicas en nuestra vida diaria; y

RESUÉLVASE, FINALMENTE que la expresión suprema de nuestra fe en las Sagradas Escrituras será transmitida por nuestro andar con Dios y con los demás (A65, 1994, págs. 97-98). 

EL RACISMO Y LA DIFERENCIA ÉTNICA (2000)

POR CUANTO la Iglesia de Dios desde su fundación ha sostenido la inclusión de todas las personas sin hacer distinción por causa de género, trasfondo cultural o raza; y

POR CUANTO la 50ª Asamblea General de 1964 adoptó la resolución sobre los Derechos Humanos afirmando así el valor de cada individuo; y

POR CUANTO toda raza refleja la imagen de Dios y su origen en Adán, el Padre de la humanidad; y

POR CUANTO no hay distinción entre judío o gentil, esclavos o libres, hombre o mujer, sino que todos somos uno en Cristo Jesús; y

POR CUANTO la Resolución de 1990 sobre el Liderazgo y la Visión Mundial que aparece en las Minutas de la Asamblea General nos comprometen a ser una iglesia, “internacional. . ., que trasciende cultura, raza, nacionalismo, y políticas”; y

POR CUANTO estamos sujetos a vivir a la semejanza de Cristo en ejemplo y estilo de vida de aceptación, afirmación, y amor incondicional;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO que esta Asamblea General Internacional reconoce a todos los miembros del cuerpo de Cristo por igual en función y consecuencia; y a cada raza y distinción étnica como un campo valioso y necesario para ganar almas y para el avance del Reino de Dios sobre la tierra; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que nos comprometemos hacia la eliminación del racismo y el fanatismo, identificando colectivamente el racismo y el fanatismo como obstáculos pecaminosos que nos detienen para alcanzar el amor y la hermandad cristiana dentro y fuera del cuerpo de la iglesia internacional y los muchos pueblos y razas que ésta alcanza e incorpora (A68, 2000, pág. 89). 

EL TERRORISMO INTERNACIONAL (1980)

POR CUANTO los actos de terrorismo en contra de personas inocentes han incrementado mundialmente; y

POR CUANTO el destruir la propiedad ajena y el tomar de las vidas va en contra de los principios cristianos; y

POR CUANTO las Escrituras prohíben el tomar una vida ilegalmente trayendo penalidades fuertes a aquellos que quebranten este mandato;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO que nosotros, la Asamblea General de la Iglesia de Dios, reafirmamos nuestro compromiso histórico sobre la santidad de la vida humana;

RESUÉLVASE, ADEMÁS que mantenemos nuestra postura de oposición en contra de los actos de terrorismo internacional (A58, 1980, pág. 50).

EN APRECIO A LAS MUJERES DE LA IGLESIA DE DIOS (2010)

Por cuanto, las mujeres de la Iglesia de Dios han ejercido gran influencia en la estabilidad y el crecimiento de la iglesia por todo el mundo; y,

Por cuanto, hoy en día las mujeres son una fuerza que cumple la Gran Comisión por medio de la oración, la enseñanza, el hacer discípulos y su ejemplo piadoso para la juventud de la iglesia; y

Por cuanto, su participación en el ministerio del reino de Dios, tanto en la iglesia local como en la Asamblea General Internacional, ha sido desprestigiado por los comentarios de algunos delegados durante las sesiones del concilio general; por tanto,

Resuélvase,  que reafirmemos el valor y la contribución histórica que las mujeres han hecho a la vida de la Iglesia de Dios; y

Resuélvase, además, que en vista de sus dones espirituales ofrezcamos más oportunidades para que las mujeres sirvan en el liderato y que sentemos un fundamento para que las jóvenes que están creciendo en la iglesia sean adiestradas y reconocidas; y

Resuélvase, además, que hoy reconozcamos la importancia de su participación en todo el ministerio de la Iglesia de Dios; y  

Resuélvase, además,  que establezcamos los métodos necesarios para resaltar su dedicación y honrar su lealtad, liderato y amor por el Señor y la Iglesia de Dios.

ÉNFASIS ESPIRITUAL (1972)

POR CUANTO la sociedad ha llegado a ser cada vez más permisiva; y

POR CUANTO el llamado de la iglesia es guiar en los asuntos de moralidad en vez de ser seguidores de los modelos mundanos; y

POR CUANTO la iglesia está en constante peligro de ser infiltrada o más bien influenciada por el mal de nuestros días;

 RESUÉLVASE, POR LO TANTO que la iglesia reafirma su posición de separación de los elementos funda-mentales del mundo, y mantiene que la Palabra de Dios, y no una costumbre social, es la fuente de su código moral y ético (A54, 1972, pág. 39). 

FAMILIA (2004)

POR CUANTO la familia es la unidad fundamental de la sociedad humana la cual fue establecida por el propósito creativo de Dios; y

POR CUANTO la familia está arraigada en el buen don de Dios del matrimonio, el cual el Creador define como una unión para toda la vida entre un hombre y una mujer (Génesis 1:26-27; Génesis 2:18-25); y

POR CUANTO las Escrituras afirman que dicha unidad familiar fue diseñada por Dios para nutrir a los hijos (Deuteronomio 6:4-9; Salmos 127:1-5; Efesios 6:1-4); y

POR CUANTO la visión bíblica acerca de la familia está siendo ensombrecida por los intentos actuales de redefinir el matrimonio y de marginar la importancia del núcleo familiar; y

POR CUANTO el modelo bíblico de la familia está siendo cada vez más socavado por una cultura de divorcio que ve al matrimonio como un arreglo temporal y social; y

POR CUANTO algunas veces incluso en nuestras propias iglesias, la visión bíblica acerca de la familia es eclipsada aun más escandalosamente debido a la violencia doméstica, la infidelidad conyugal, el abandono y el divorcio; y

POR CUANTO un gran número desproporcionado de niños, criados en iglesias evangélico-pentecostales, crecen dejando la “fe de sus padres”; ahora,

RESUÉLVASE, POR LO TANTO, que la Asamblea General Internacional de la Iglesia de Dios a llevarse a cabo en San Antonio, Texas los días 2 al 7 de agosto de 2004, renueve nuestro compromiso para edificar familias para el Reino, al recobrar el entendimiento bíblico de la familia y el reconocimiento de la permanencia y de las responsabilidades del pacto matrimonial; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que la Iglesia de Dios inequívocamente afirma que el matrimonio es una relación de pacto entre un hombre y una mujer, y, que rechaza todos los intentos de redefinir el matrimonio en términos de conducta y uniones del mismo sexo; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que hacemos un llamado a los padres de la Iglesia de Dios a asumir su responsabilidad como protectores e instructores principales de sus hijos y que se dediquen a inculcar disciplinas piadosas en sus propias vidas y en las vidas de sus hijos; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que hacemos un llamado a los ministros de la Iglesia de Dios a proclamar el testimonio de las Escrituras sobre el patrón bíblico de la familia y sus responsabilidades y permanencia; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que instamos a cada congregación de la Iglesia de Dios a participar intencionalmente en el fortalecimiento de los matrimonios y las familias por medio de actividades tales como la prédica y enseñanza fiel, consejería pre-matrimonial y familiar, y, disciplina eclesial restauradora; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que instamos a todas las congregaciones a buscar un ministerio intencional para las familias con un sólo padre [o madre] como un mandato bíblico no negociable, afirmando que Dios mismo es el Padre de los huérfanos (Salmos 68:5) y que la iglesia es la familia espiritual de Dios (Mateo 12:47-50); y

RESUÉLVASE, FINALMENTE, que hacemos un llamado a nuestras iglesias a servir como modelos ante las estructuras familiares de nuestra cultura, a que reflejen la visión bíblica del reino de Dios y el amor de Cristo por Su iglesia. 

INCULCAR VALORES MORALES A LOS JÓVENES (1994)

POR CUANTO nuestros hijos viven en sociedades contrariadas con alto riesgo de problemas; y

POR CUANTO el mundo está en un período de transición que afectará profunda y permanentemente el futuro de nuestros hijos y nietos (un mundo más pequeño naciente de los medios de comunicación, unificación política y el mercado libre); y

POR CUANTO nos alarmamos por el aumento en las estadísticas de los niños que huyen de sus hogares, dejan de asistir a la escuela, experimentan con drogas y alcohol, se envuelven en crímenes violentos, y sufren desilusión en sus hogares ya sea por abandono o divorcio;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO que enfatizamos fuertemente el desarrollo del carácter de nuestros hijos (autoestima, educación para prevención de uso de drogas, resistencia a la presión negativa de sus compañeros, valores familiares tradicionales, auto-disciplina para alcanzar las metas, y aceptación de la diferencia que existe en los otros; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que los valores de este énfasis abarcan la honestidad, veracidad, generosidad, bondad, valentía, justicia y responsabilidad; y

RESUÉLVASE, FINALMENTE que la Palabra de Dios el amor de Jesucristo, el poder del Espíritu Santo, y la nutrición de la iglesia sean el fundamento (A65, 1994, pág. 96).

INICIATIVA DEL GRUPO DE PACTO PASTORAL

Por cuanto, la Iniciativa del Grupo de Pacto Pastoral del Centro para el Cuidado y Liderazgo Pentecostal, adscrito al Seminario Teológico Pentecostal, ha afectado positivamente a cientos de pastores y pastoras de la Iglesia de Dios; y,

Por cuanto, la Iniciativa del Grupo de Pacto Pastoral ha puesto a la disposición de los pastores y las pastoras de la Iglesia de Dios un programa excelente de cuidado, apoyo y desarrollo, que ha sido descrito como “la estrella” de la Fundación Lilly; y,

Por cuanto, el enfoque de la Iniciativa del Grupo de Pacto Pastoral es honrar y desarrollar el ministerio pastoral al facilitar la formación de relaciones de apoyo entre pastores/pastoras, para que se sientan en libertad de compartir sus experiencias con pares en vez de “expertos”; y,

Por cuanto, las investigaciones patrocinadas por la Fundación Lilly concluyen que los pastores de la Iglesia de Dios que participan en la Iniciativa del Grupo de Pacto Pastoral dirigen iglesias que son más misioneras, activas en sus comunidades, con un alto nivel de participación, ministerios para jóvenes y que en los últimos cinco años han crecido un 61%; y,

Por cuanto, en la gira de audiencias los pastores de la Iglesia de Dios identificaron la Iniciativa del Grupo de Pacto Pastoral como “uno de los programas más positivos de la denominación”; y,

Por cuanto,la Iglesia de Dios ha apoyado la Iniciativa del Grupo de Pacto Pastoral al invertir en la salud psicológica, emocional, espiritual y el crecimiento constante de los pastores y las pastoras de la Iglesia de Dios, así como de sus cónyuges; y,

Por cuanto, la Iniciativa del Grupo de Pacto Pastoral lleva ocho años en funcionamiento y es el proyecto de mayor duración financiado por la Fundación Lilly; y,

Por cuanto, cerca de mil pastores y pastoras de la Iglesia de Dios en los Estados Unidos están participando en las reuniones mensuales de los grupos de pacto pastoral; y,  

Por cuanto, el año pasado fueron adiestrados los primeros dieciséis facilitadores de grupos de pacto pastoral que funcionarán en ocho países sudamericanos;

Resuélvase, que felicitemos el liderato visionario y la creatividad de la Iniciativa del Grupo de Pacto Pastoral y que continuemos apoyando al Centro para el Cuidado y Liderazgo y Pentecostal y al personal del Seminario Teológico Pentecostal; y,

Resuélvase, además, que la Iniciativa del Grupo de Pacto Pastoral sea expandida para que bendiga a los pastores y las pastoras, congregaciones, líderes y la misión de la Iglesia de Dios, y que hagamos lo necesario para sostener el presente y futuro de este ministerio que es tan beneficioso para la iglesia. 

INTERNACIONALIZACIÓN DE LA IGLESIA (1980)

POR CUANTO la comunicación, la industrialización y el aumento de la tecnología hacen obvio el hecho de que los pueblos de nuestro mundo están llegando a un acercamiento; y

POR CUANTO esta iglesia ha experimentado un crecimiento fenomenal, especialmente en otras naciones y entre otras culturas de nuestro mundo; y

POR CUANTO el fortalecimiento de los enlaces entre la Iglesia de Dios en Estados Unidos, y las congregaciones, misiones y colaboradores en más de cien naciones del mundo parece ser una necesidad obvia; y

POR CUANTO nunca ha sido el deseo, ni la intención, de esta iglesia el segmentar, o de ninguna manera diferenciar entre los cuerpos de creyentes siendo que Jesucristo enseñó y enfatizó la hermandad entre todos los creyentes por medio de la gracia divina;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO que esta Asamblea General reconoce y acepta su responsabilidad en promover la internacionalización de la Iglesia de Dios y que con esta resolución nos dedicamos nuevamente al diseño de programas y a tomar los pasos iniciales con los cuales lograremos este cometido;

RESUÉLVASE, ADEMÁS que nuestros jefes de departamentos y aquellos que establecen las políticas y hacen énfasis en nuestros programas de educación sean exhortados a promover este concepto; y que de ahora en adelante en todas nuestras publicaciones, y toda nuestra correspondencia oficial y privada, procuremos reconocer y enfatizar el carácter internacional de la Iglesia de Dios a diferencia de cualquier imagen nacional, regional o particular (A58, 1980, pág. 50).

LA BÚSQUEDA DE LA CONFIANZA

Por cuanto, la exhortación bíblica es: «Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas» (Proverbios 3:5-6). Este estilo de vida agrada a Dios y se conforma a su voluntad y propósitos; y,

Por cuanto, la calidad de la confianza entre el pastor o la pastora y su congregación podría mejorar si hubiese una mejor comprensión de sus funciones bíblicas, un diálogo franco sobre el ministerio que exalta a Cristo y el compromiso de ser leales los unos con otros; y,

Por cuanto, podemos restaurar la confianza de la comunidad en la iglesia mediante proyectos sociales y actividades enriquecedoras; por tanto,

Resuélvase, que hagamos un pacto de confianza que moldee nuestra fe y dé paso a experiencias nuevas en el servicio a Dios, los unos a otros y la comunidad; y,

Resuélvase, además, que nos comprometamos con la formula: oración, el latido del corazón de la iglesia; la Gran Comisión, es la solución; la búsqueda de la confianza, es el ancla para el futuro. Ella debe guiarnos hacia el cumplimento de nuestra misión y visión. 

LA CRISIS DEL SIDA (1990)

POR CUANTO hay una creciente epidemia del SIDA en nuestro mundo, y esta enfermedad ha llegado a ser la preocupación de salud número uno en los pueblos del mundo; y

POR CUANTO existe mucho temor, confusión, y prejuicio con respecto al SIDA, y una gran necesidad de mayor investigación sobre el tratamiento de este virus misterioso; y

POR CUANTO vemos la necesidad de educar a los jóvenes sobre la moralidad sexual y sobre una vida libre de las drogas; y

POR CUANTO es el deseo de la Iglesia de Dios demostrar compasión, apoyar las investigaciones médicas, y mostrar ánimo en ayudar para hacer una diferencia durante esta epidemia;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO que la Iglesia de Dios mantiene un enfoque positivo para ministrar con cuidado y compasión santa a estas víctimas enfermas y sufrientes, y a sus familias; transmitiéndoles que la sanidad espiritual y física son alcanzables por medio de la sangre de Jesucristo nuestro Señor (A63, 1990, pág. 64)

LA CRISIS MUNDIAL (1992)

POR CUANTO las calamidades naturales, enfermedades, guerras y expresiones políticas trabajan en contra de la estabilidad internacional, coexistencia pacífica y esperanza para obtener un mundo cristiano; y

POR CUANTO los gobiernos y recursos humanitarios están siendo desafiados a abastecer la creciente demanda por comida, vestido, medicina, refugio, etc. de las personas en crisis;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO que la Iglesia de Dios clama por una restauración universal de las virtudes santas inherentes en el mandamiento, «Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Mateo 19:19), de esta manera repudiando el pecado, pero demostrando compasión, reconciliación y restauración en el espíritu de Cristo (II Corintios 5:18); y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que la Iglesia de Dios reafirma que la norma del Buen Samaritano para ayudar al herido, temeroso, solitario, y al moribundo es una parte necesaria, oportuna y funcional de la Gran Comisión (Mateo 28:19), para la cual estamos llamados a llevar a cabo y a decir, «Venga tu reino, hágase tu voluntad» (Mateo 6:10) hasta que Cristo venga (A64, 1992, pág. 79)

LA ÉTICA EN LOS NEGOCIOS (2002)

POR CUANTO las publicaciones resaltan la frecuencia de los escándalos corporativos; y

POR CUANTO en muchos negocios existe la tendencia de pensar, planificar y comprometerse a corto plazo, lo cual podría llevar a tomar decisiones y prácticas moralmente cuestionables; y

POR CUANTO es debatible que la supervivencia a largo plazo de todo negocio dependerá, en gran manera, del permiso de la sociedad en vez de las estadísticas financieras a corto plazo; y

POR CUANTO la gente de negocios necesita sensibilizarse en los asuntos de dimensiones éticas que hasta ahora han sido ignoradas; y

POR CUANTO cada vez más se reconoce que ciertas áreas en las normas de negocios, acerca del trato a los empleados, clientes, accionistas y demás, al igual que el impacto corporativo en el ambiente y el mundo, no son asuntos tan discretos ni esporádicos como se pensaban; y

POR CUANTO la integridad llama a los líderes de negocios a asumir plena responsabilidad por sus acciones, por el resultado de sus acciones y a respetar los códigos de ética, las reglas de negocios y las leyes de los diferentes países, cumpliendo tanto con la letra como con el espíritu; y

POR CUANTO la continua atención prestada a la ética en los negocios sensibiliza a los líderes y a su personal sobre la manera en que deban actuar —constantemente; y

POR CUANTO el administrar los valores éticos en los negocios legitima las acciones de los directivos, fortalece la coherencia y equilibra la cultura organizacional, mejora la confianza entre las relaciones individuales y de grupos, apoya una mayor consonancia entre las normas y calidades de los productos, y cultiva una mayor sensibilidad para con el impacto y mensajes de las empresas; y

POR CUANTO el mundo de los negocios debe reflejar un ambiente de trabajo que esté fundado sobre la integridad; y

POR CUANTO las altas normas recompensan a los negocios con una reputación sólida de integridad, honestidad y confianza;

RESUÉLVASE, ENTONCES, que la Iglesia de Dios reafirma nuestra compromiso para instar a los líderes de negocios a cumplir con las altas expectativas de la integridad y el compromiso bíblico; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que la confianza pública en los negocios sea preservada al seguir los principios y las pautas bíblicas; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que sirvamos de ejemplo de buena conducta en todas las transacciones de negocios y en las responsabilidades fiduciarias; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que esperamos que los líderes de negocios se comprometan a hacer una diferencia positiva en sus mutuas transacciones de negocios, como también para con sus respectivas comunidades y sociedad; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que los líderes de negocios busquen entender, valorar y dar importancia a las múltiples diferencias y perspectivas culturales; y

RESUÉLVASE, FINALMENTE, que esperamos que nuestros líderes adopten la ética en los negocios para mejorar la sociedad, desarrollar un código de práctica y una declaración de principios éticos y que actúen conforme a dichos valores (A69, 2002, pág. 56). 

FAMILIA NATURAL (2002)

POR CUANTO, la Iglesia de Dios promueve el cumplimiento de las responsabilidades familiares, para preservar la santidad del matrimonio y el orden divino para el hogar; y

POR CUANTO, la Iglesia de Dios cree que el matrimonio debe ser un compromiso vitalicio; y

POR CUANTO, Dios ha ordenado que el esposo sea la cabeza del hogar; y

POR CUANTO, los padres deben cuidar, dirigir y proteger a sus hijos; y

POR CUANTO, los hijos deben obedecer y honrar a sus padres; y

POR CUANTO, la familia es la base de la sociedad, como también de la Iglesia, reconocemos que debemos facilitar ministerios que suplan sus necesidades y la ayuden a cumplir con el orden de Dios;

Resuélvase, ENTONCES, que desafiamos a los líderes nacionales, estatales, regionales o territoriales y locales a que se comprometan a apoyar a las familias; y

Resuélvase, ADEMÁs, que de acuerdo con los principios bíblicos, prometemos darle nuestro apoyo y oración, amor hacia aquellos que enfrentan dinámicas diferentes en sus familias, rupturas, una sola madre o padre, a medida que nos esforzamos por proveer un ministerio que brinde salvación, restauración y esperanza para un futuro mejor. 

LA GRAN COMISIÓN

Por cuanto, Jesús nos encomendó ir a todo el mundo, compartir el mensaje redentor del amor de Dios, bautizar a los nuevos convertidos y guiar a los creyentes hacia la madurez en la Palabra; y,

Por cuanto, la vida de la iglesia, las manifestaciones sobrenaturales y el fruto del Espíritu Santo dependen de la obediencia visionaria a la Gran Comisión; y,

Por cuanto, cada iglesia local tiene la capacidad para influir a su comunidad, tocar con el amor de Cristo a los que nos asisten a la iglesia y ministrar entre los necesitados y desesperados; por tanto, 

Resuélvase, que toda la familia de la Iglesia de Dios reafirme su compromiso absoluto con desarrollar las estructuras necesarias para mejorar su desempeño en la evangelización y la Gran Comisión; y,

Resuélvase, además, que cada iglesia local adopte un plan para adiestrar a adultos y jóvenes en el evangelismo personal, alcanzar a las familias de la comunidad y dar seguimiento a los nuevos creyentes en Jesucristo. 

LA IGLESIA DE DIOS COMO MOVIMIENTO

Por cuanto, Dios, en su providencia, hizo nacer a la Iglesia de Dios como una comunidad de creyentes que colabora con la Gran Comisión; y,

Por cuanto, enfrentamos a cambios grandes y complicados que demandan que no recurramos a una actitud de hacer las cosas como siempre; y,

 Por cuanto, Dios nos ha bendecido con ser una de las principales denominaciones pentecostales en el mundo y parte de la obra divina del Espíritu en estos últimos días; y,

Por cuanto, no somos inmunes a las dificultades que enfrentan otras organizaciones, algunas de las cuales han visto una disminución en su membresía y finanzas; y,

Por cuanto, el institucionalismo y la ineficacia burocrática siempre amenazan con restringir nuestros recursos y esfuerzos en pro de la evangelización; por tanto

 Resuélvase, que reafirmemos que la Iglesia de Dios está decidida a ser un movimiento que promueva reglamentos y ministerios que expresen su apertura y esfuerzo sincero de ser pertinente a cada generación; y,

 Resuélvase, además, que reconozcamos que Dios nos ha llamado a cumplir la Gran Comisión y, por medio del poder del Espíritu Santo, renovar a un mundo que está desesperado por hallar la verdad y significado,

Resuélvase, además, FINALMENTE que resistiremos aquellas conductas y tendencias institucionales que minen nuestra creatividad, repriman nuestra unción, limiten nuestra visión o afecten nuestra eficacia en el cumplimiento de la misión que Dios ha dado a este movimiento. 

LA LEY Y EL ORDEN (1968)

POR CUANTO, hemos llegado a una época de la historia donde la anarquía levanta su cabeza malévola dejando lugar a la expresión del resentimiento, huelgas, odio, rebelión, disturbios y guerras; y

POR CUANTO, este espíritu nefasto e incorregible no limita su operación a las calles sin ley, huelgas universitarias y trastornos gubernamentales, sino que seductivamente enlaza sus tentáculos venenosos a nuestros púlpitos y bancas de nuestras iglesias donde debe abundar la gloria del orden y la paz;

RESUÉLVASE, POR  LO TANTO que expresemos a nuestros líderes gubernamentales nuestro apoyo y nuestras oraciones por todos sus esfuerzos justos para controlar esta anarquía.  Pero, más importante;

RESUÉLVASE, ADEMÁS que prometemos los unos a los otros esforzarnos a detener este mal nocivo, manifestando personalmente reverencia santa ante Dios, respeto por la ley y el orden, y consideración cristiana por los derechos de la humanidad (A52, 1968, págs. 40-42). 

LA OLA EMERGENTE DE INMIGRANTES (1990)

DEBIDO A las circunstancias sociales, políticas y económicas, personas de varias partes del mundo están inmigrando en números sorprendentes.  Estos inmigrantes representan un nuevo desafío para la evangelización y el discipulado.  Esta es una oportunidad para que la iglesia ejemplifique el amor y la compasión a medida que el evangelio es ministrado a estos recién llegados.

POR LO TANTO, RESOLVEMOS

Recibir a los recién llegados con un compañerismo abierto, sin importarnos nacionalidad, raza, clase social o económica.

Crear conciencia dentro de los constituyentes de la Iglesia de Dios sobre las necesidades, tanto físicas como espirituales, de estos inmigrantes.

Desarrollar alianza entre los países que envían y reciben, cimentando así, lazos de respeto y confianza.

Reconocer a los líderes dentro de los inmigrantes y discipular a otros para que trabajen dentro de su propio contexto cultural.

Adecuar los edificios existentes para más de un grupo de lenguaje.

Llevar a cabo un énfasis vigoroso para establecer iglesias por todos los medios posibles.

Reconocer diferencias culturales y permitirles expresar su adoración en la tradición de estos inmigrantes.

Unir a la iglesia internacional con la provisión de un proceso sistemático de transferencia de miembros de un país a otro.

Entregarnos a la oración, a la investigación diligente, y a la evangelización para alcanzar esta gran cosecha durante la última década del Siglo 20 (A63, 1990, págs. 66-67) 

LA ORACIÓN (1990)

POR CUANTO Dios nos ha creado, ha declarado Su deseo de comunión con nosotros, y nos ha ofrecido el maravilloso privilegio de abrigarnos en Su presencia constantemente por medio de la oración en el nombre de Su Hijo Jesús; y

POR CUANTO nuestro Señor y Salvador nos enseñó a orar, nos comandó a orar, y nos dio Su propio ejemplo de una poderosa vida de oración diaria; y

POR CUANTO los grandes hombres y mujeres de Dios, sin excepción, a través de la historia han sido fieles en la oración ferviente; y

POR CUANTO la Iglesia de Dios nació en oración y se ha expandido por todo el mundo en obediencia a nuestro Señor y en el poder de la oración; y

POR CUANTO hemos experimentado un gran avivamiento solamente cuando nuestra gente se ha entregado enteramente a la oración; y

POR CUANTO Dios siempre se ha manifestado Él mismo para salvar, sanar, santificar y liberar; para bautizar en Su Espíritu, y ha llamado a Su pueblo al ministerio en los lugares y épocas de gran oración; y

POR CUANTO nuestro mundo está en conflictos desesperados y pueden ser ayudados solamente con el mensaje de verdad, confirmado por las señales que siguen al ministerio de los ungidos siervos de Dios en el poder de la oración;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO que nosotros, la gente de la Iglesia de Dios, nos comprometemos solemne-mente a un renovado énfasis  para pasar tiempo delante de Dios, nuestro Padre, en devoción diaria con Él, y que tomamos posición como intercesores para llenar el blanco por aquellos que están en necesidad.  Prometemos obedecer a nuestro Señor Jesucristo y, siguiendo Su ejemplo, ser una fortaleza de oración hasta Su regreso (A63, 1990, pág. 65). 

LA ORACIÓN COMO PARTE DE LA VIDA NACIONAL (1972)

POR CUANTO a los estudiantes de la escuela secundaria de Massachusetts y Nueva Jersey se les ha prohibido, y consta en el Archivo del Congreso, reunirse voluntariamente antes del comienzo de las clases para escuchar una oración; y

POR CUANTO la Corte Suprema de New Jersey falló como inconstitucional la ley que permitía un momento de silencio para la oración o la meditación; y

POR CUANTO nadie pudo argumentar que en alguno de estos casos se estaba estableciendo una religión por medio de las prácticas de la oración, o que los derechos de alguna persona eran infringidos por los que escogieron ser partícipes; y

POR CUANTO es igualmente obvio que las provisiones para el ejercicio de la libertad de culto necesita ser fortalecido por la acción legislativa, si las cortes permanecen inflexibles sobre este asunto;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO que esta 54ª Asamblea General reafirma su apoyo a la legislación apropiada del Congreso que fortalecerá la provisión constitucional para el ejercicio de la libertad de culto en nuestra vida nacional (A54, 1972, pág. 39). 

LA PAZ DE JERUSALÉN (2002)

POR CUANTO reafirmamos los principios de la, “Resolución sobre la oración por la paz de Jerusalén” adoptada por la 59a Asamblea General en 1982 y la adoptada por la 58a Asamblea General declarando la oposición de la Iglesia de Dios contra el “terrorismo internacional”; y

POR CUANTO también reconocemos que aunque hay cambios constantes en los centros de crisis, las necesidades y el sufrimiento humano en el mundo, a lo largo de la Biblia la condición de Jerusalén es de interés especial para el Señor; desde el Salmo 122:6, en donde se nos instruye a orar por la paz de Jerusalén hasta el sentimiento expresado por Jesús mismo cuando oró por la ciudad, tal como lo anota Lucas 19:41; y

POR CUANTO la restauración de Israel como nación y particularmente la de Jerusalén, tiene importancia profética como señal al incrédulo y un prodigio de “los últimos días”; y

POR CUANTO Jerusalén es una Ciudad Santa para tres de las religiones más importantes en el mundo: el judaísmo, el cristianismo e Islam; y

POR CUANTO la naturaleza e historia internacional de Jerusalén le ha convertido en el centro de luchas y tensiones políticas, económicas, religiosas y espirituales de muchos pueblos, naciones  y lenguas; y

POR CUANTO la oración por la paz de Jerusalén trasciende cualquier tipo de favoritismo nacional o étnico de nuestra parte, sino que es el cumplimiento de una “orden divina”, y es una oración por la paz de todos los pueblos, no importando raza, etnia o religión; y

POR CUANTO la promesa de Dios para Abraham fue: «Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra» (Génesis 12:3);

RESUÉLVASE, ENTONCES, que la Iglesia de Dios haga un llamado a toda su membresía para que continuamente “oremos por la paz de Jerusalén” y el bienestar de la diversidad internacional de las personas que viven allí (A69, 2002, pág. 59).

LA PORNOGRAFÍA Y LA OBSCENIDAD (1998)

POR CUANTO las Escrituras declaran que todas las personas son hechas a imagen de Dios y por lo tanto deben ser tratadas con dignidad y respeto y las Escrituras afirman que el sexo es un regalo de un Creador amante para ser disfrutado dentro de los lazos sagrados del  matrimonio entre el esposo y la esposa; y

POR CUANTO un marcado deterioro en las creencias y valores morales continúa marcando nuestra sociedad, resultando en un creciente promedio de actividad sexual en adolescentes y adultos solteros, en el nacimiento de niños de madres solteras, el aumento de enfermedades transmitidas sexualmente y el decrecimiento de la fidelidad marital; y

POR CUANTO la pornografía y la obscenidad son cada vez más accesibles a través de películas, televisión, video, publicaciones impresas e “internet”, causando un efecto altamente corrosivo dentro de la sociedad; y

POR CUANTO la pornografía y la obscenidad causan daños a quienes son abusados en la producción de éstos (a menudo mujeres y niños) así como también a quienes las usan, dañando relaciones saludables y distorsionando el regalo de Dios de la sexualidad amorosa entre cónyuges.

RESUÉLVASE, POR LO TANTO que la Iglesia de Dios se opone a la pornografía y obscenidad y apoya los esfuerzos de la educación cristiana, la aplicación de leyes apropiadas y otros medios de combatirlas, y  apoya el ministerio hacia quienes han sido perjudicados por estas fuerzas destructivas; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que exhortemos a todos los pastores y líderes juveniles a proteger a los jóvenes y niños de la exposición a estos  materiales enfatizando las normas bíblicas de carácter y santidad; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que hacemos un llamado a los negocios, escuelas y bibliotecas, así como también a los padres, a participar en el esfuerzo por proteger a la niñez y juventud de ser perjudicados por esos materiales; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que exhortamos a las agencias locales, estatales y federales a procesar agresivamente a quienes violen las leyes produciendo y distribuyendo materiales sexuales ilegales implícitos en forma de pornografía y obscenidad; y

RESUÉLVASE, FINALMENTE que abierta y públicamente felicitamos a los legisladores, líderes de la comunidad de fe más extensa y otros quienes lideran los esfuerzos para combatir la pornografía y obscenidad (A67, 1998, págs. 59-60). 

LA REAFIRMACIÓN DEL COMPROMISO HACIA LOS NIÑOS (1998)

POR CUANTO la iglesia existe en la forma de una familia con relaciones familiares, derechos, privilegios, y responsabilidades extendidas a cada miembro; y

POR CUANTO todas las personas no salvas son amadas por Dios quien desea la reconciliación de ellos en Su familia; y

POR CUANTO todos los niños y jóvenes son herencia del Señor (Salmos 127:3), para ser apreciados, protegidos, defendidos, redimidos, y discipulados; y

POR CUANTO el desarrollo social, físico, cognitivo, psicológico, y espiritual de la niñez y la juventud los deja vulnerables a sufrir daño por un período de tiempo progresivo; y

POR CUANTO existe un deterioro en la cultura actual hacia el aprecio, preocupación, y  responsabilidad por nuestra niñez y juventud; y

POR CUANTO hemos experimentado un avance penetrante de violencia por y hacia la niñez y juventud; y

POR CUANTO las probabilidades traumáticas de daño físico o muerte o perjuicios sociales, psicológicos, cognitivos y espirituales son reales e incrementan dramáticamente para toda la niñez y juventud;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO, que la Iglesia de Dios declara como alta prioridad la reconciliación, cuidado, protección, y discipulado de todos los niños y jóvenes dentro del ámbito de nuestra influencia, sean o no participantes de nuestra comunidad específica; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que cada congregación de la Iglesia de Dios sea fuertemente estimulada a desarrollar e implementar políticas y estrategias razonables para la protección de los niños y la juventud mientras participan en nuestros distintos ministerios; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que intensifiquemos nuestros esfuerzos para apoyar y equipar a los padres y madres en sus funciones como protectores primordiales y maestros de niños y jóvenes; y

RESUÉLVASE, FINALMENTE, que la Iglesia de Dios, en todas sus expresiones desde locales hasta internacionales, se convierta en defensora efectiva para la protección y el cuidado de los niños y los jóvenes y que tal apoyo sea ejercido en forma positiva y activa, diseñado para proveer dirección y soluciones más allá de la retórica y la protesta, resultando en un considerable impacto en nuestro mundo sufriente (A67, 1998, págs. 57-58). 

LA RESPONSABILIDAD MORAL DE LOS QUE CONTROLAN Y USAN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN (1984)

POR CUANTO los norteamericanos gozan de incomparable libertad de comunicación y expresión; y

POR CUANTO la práctica responsable de estas libertades es necesaria para una democracia vital; y

POR CUANTO los que controlan y usan los medios de comunicación están peculiarmente situados para influenciar los pensamientos, opiniones, valores y conducta de los otros; y

POR CUANTO la falta de responsabilidad de los medios de comunicación en practicar este privilegio no debe perjudicar los derechos de los otros; y

POR CUANTO existe una obvia falta de objetividad, veracidad y responsabilidad de parte de los que controlan y usan los medios de comunicación al presentar la moralidad de la vida norteamericana; y

POR CUANTO los valores cristiano-judaicos de la mayoría de norteamericanos son ignorados y ridiculizados;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO que la Iglesia de Dios por medio de la presente hace un llamado, a todos los que controlan y usan los medios de comunicación, a ser objetivos, veraces y moralmente responsables en la práctica de sus libertades de comunicación y expresión;

RESUÉLVASE, ADEMÁS hacemos un llamado a todos los que controlan y usan los medios de comunicación a respetar los derechos de todos los norteamericanos y a desistir el ignorar o ridiculizar los valores morales y éticos cristiano-judaicos que sostienen la mayoría de norteamericanos (A60, 1984, pág. 57). 

LA SANTIDAD DEL MATRIMONIO ENTRE UN HOMBRE Y UNA MUJER (1996)

POR CUANTO la sociedad norteamericana ha reconocido históricamente la santidad del matrimonio entre un hombre y una mujer como la estabilidad central de nuestra nación y como su postura moral; y

POR CUANTO este enfoque moral y racional está siendo amenazado por las corrientes modernas que buscan desviar esta posición hacia la aceptación de uniones que adoptan una postura directamente opuestas a las normas trazadas en las Escrituras; y

POR CUANTO muchos líderes estatales y nacionales actualmente buscan reafirmar nuestra postura histórica por medio de decretos legislativos y declaraciones públicas sobre la santidad del matrimonio entre un hombre y una mujer; y

POR CUANTO la Iglesia de Dios desde su inicio ha entendido el modelo bíblico para el matrimonio como una unión sagrada entre un hombre y una mujer; y

POR CUANTO la Iglesia de Dios ha continuado en afirmar esta creencia básica por medio del principio práctico con respecto a la pureza moral la cual condena la homosexualidad como una conducta carnal y una práctica pecaminosa; y

POR CUANTO la Iglesia de Dios también ha afirmado la santidad del matrimonio entre un hombre y una mujer a través de un principio práctico dirigido a la responsabilidad de la familia declarando que, “El matrimonio es ordenado por Dios y es un acto de unión espiritual en el que un hombre y una mujer son unidos por Dios para vivir como una sola carne”; y

POR CUANTO es apremiante que la Iglesia de Dios entre en la arena del debate público concerniente al constante aumento amenazador de la santidad del matrimonio entre un hombre y una mujer;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO que nosotros, la 66ª Asamblea General de la Iglesia de Dios, reafirmamos nuestro compromiso con la Palabra de Dios y Su defensa constantemente presente del matrimonio como una unión sagrada entre un hombre y una mujer; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que por medio de la presente declaramos nuestra oposición a la nueva moda que aprueba el legitimar las uniones homosexuales;

RESUÉLVASE, FINALMENTE que exhortamos a nuestros miembros a ayudar en la preservación del matrimonio como la unión sagrada entre un hombre y una mujer viviendo un modelo de compromiso con la Palabra de Dios, ejemplificando la devoción a la pureza moral, y a celebrar la responsabilidad familiar (A66, 1996, págs. 64-65). 

LA VIDA FAMILIAR (1976)

POR CUANTO la familia está bajo constante ataque en todas las áreas de la vida, y las familias están siendo destruidas a un índice rápido; y

POR CUANTO en la actualidad uno de dos matrimonios terminan en divorcio y muchos otros fallan en obtener felicidad y propósito;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO que reafirmamos nuestra posición de que el matrimonio es sagrado y santo, y que los ministros en oración y con la dirección escritural aconsejen a las parejas comprometidas a casarse antes de que se celebre la ceremonia de bodas; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que exhortamos a nuestras familias a regresar al modelo escritural para las familias, y enfatizando el amor, el cuidado, y la comunicación familiar; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que cada iglesia local haga énfasis en el devocional familiar, y además, que permitan en sus programas semanales una noche familiar; y que los ministros den ejemplo de vida familiar significativa; y

RESUÉLVASE, FINALMENTE que los ministros y miembros procuren, para la causa de Cristo, reunir los hogares divididos y rescatar los matrimonios en problemas (A56, 1976, pág. 35)

LAS MISIONES NACIONALES (2004)

POR CUANTO la mayoría de las estadísticas catalogan a los Estados Unidos como el país con  la tercera población mundial cristiana más grande; y

POR CUANTO necesitamos desarrollar e implementar estrategias que distingan a los Estados Unidos como campo misionero; y

POR CUANTO el Departamento de Misiones Mundiales ha realizado una excelente y exitosa labor en sus esfuerzos misioneros y ofrece múltiples métodos por medio de los cuales los Estados Unidos pueden ser ganados para Cristo; y

RESUÉLVASE, POR LO TANTO, que reconocemos a los Estados Unidos de América como un campo misionero; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que el Departamento de Evangelismo y Misiones Nacionales desarrolle y despliegue misioneros nacionales e incorpore misioneros de los diferentes grupos étnicos e idiomas del cuerpo internacional que conforman la Iglesia de Dios; y

RESUÉLVASE, FINALMENTE, que continuemos desarrollando medios por los cuales los departamentos de Misiones Mundiales y Evangelismo y Misiones Nacionales trabajen juntos en desarrollar estrategias y adiestrar obreros para la cosecha mundial. 

LOS DERECHOS HUMANOS (1964)

POR CUANTO, el evangelio de nuestro Señor Jesucristo es relevante al problema de los derechos humanos; y

POR CUANTO, el tema de los derechos humanos enfatiza la integridad de nuestra democracia; y

POR CUANTO, la obediencia cristiana a la ley del amor requiere el interés por nuestro prójimo y está plenamente estipulado en las Escrituras; y

POR CUANTO, ningún cristiano debe manifestar una actitud pasiva cuando los derechos de los otros están en peligro;

RESUÉLVASE, ENTONCES que la Iglesia de Dios continúe creando un clima de opinión informada y espiritual; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que debemos identificar una premisa básica en la cual debe descansar nuestra opinión interesada.  Esta premisa, reforzada por la dignidad y valor de cada individuo,  asegura a todos los estadounidenses el derecho completo a la ciudadanía. Particularmente, esto quiere decir que a ningún ciudadano estadounidense se le debe privar, debido a su raza o religión, de su derecho a adorar, votar, descansar, comer, dormir, educarse, vivir y trabajar de la misma manera que todos los otros ciudadanos; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que el amor cristiano y la tolerancia son incompatibles con el prejuicio y el odio racial; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que la Iglesia de Dios (reconoce que los problemas morales son finalmente resueltos por el cambio en el corazón del individuo por medio del poder del Espíritu Santo teniendo como resultado el amor a toda la humanidad) apoya todo lo que asegura a las personas las libertades garantizadas en nuestra Constitución; y

RESUÉLVASE, FINALMENTE que la iglesia sea exhortada a continuar practicando el amor y la hermandad que predica (A50, 1964, págs. 67-68). 

LOS PRINCIPIOS DE SANTIDAD DE LA IGLESIA DE DIOS (2002)

POR CUANTO la Iglesia de Dios, históricamente ha sido y es una iglesia de santidad; y

POR CUANTO somos amonestados por las Escrituras a que seamos santos; y

POR CUANTO una ola de mundanalidad amenaza a la iglesia;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO, que como Iglesia de Dios, reafirmamos nuestra norma de santidad, en doctrina, en principios de conducta y como una realidad vital en nuestro corazón.

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que la Iglesia de Dios cree que la vida de santidad mantiene un equilibrio entre el espíritu, la mente y el cuerpo, y que coloca al creyente en una posición que refleja a Cristo, en su relación con Dios y con sus semejantes.

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que como ministros, mantengamos estas normas de santidad en nuestra vida, hogares y púlpitos.

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que  volvamos a consagrar nuestra vida, como ministros y miembros, a este fin; que procuremos no conformarnos al mundo en apariencia, ambiciones egoístas, asociaciones perversas o actividades carnales.

RESUÉLVASE, FINALMENTE, que como ministros y miembros, busquemos ajustarnos a las virtudes positivas del amor, la misericordia y el perdón, según lo enseñó Jesucristo. 

MINISTERIO TRANSCULTURAL

Por cuanto, Dios nos ha llamado a ser un mosaico de su creación que acoja las diferencias raciales, culturales y lingüísticas; y,

Por cuanto, la Escritura explícitamente declara que no hay distinción entre griego o judío, circunciso o incircunciso, bárbaro, escita, esclavo o libre, sino que todos son uno en Cristo y Cristo uno en todos (Colosenses 3:11); y,

Por cuanto,el pueblo de Dios no es ciudadano de una nación o país, sino de un rey, de Jesús y su reino, del reino de Dios; y,

Por cuanto, la palabra de Dios nos exhorta a que busquemos la reconciliación racial y a sanar y perdonar las heridas y los pecados pasados; y,

Por cuanto, la promesa del derramamiento del Espíritu Santo fue dada a toda carne, raza y edad; y,

 Por cuanto, la experiencia pentecostal posibilitó la formación de una nueva comunidad multirracial, transcultural y multilingüe; y,

 Por cuanto, cada parte del cuerpo de Cristo es importante y Dios ha ordenado que tenga un lugar a la mesa, una voz en la conversación y manos en acción; y,

 

Por cuanto, la Iglesia de Dios ha crecido enormemente en otras naciones y entre otras culturas, tanto dentro como fuera de los Estados Unidos; por tanto,

 

Resuélvase, que nos comprometamos a tender puentes a través de las culturas y ser inclusivos con otras razas; y,

 

Resuélvase, además, que nuestra conciencia y unidad  transcultural esté presente en nuestras políticas, conductas y el liderato de nuestras estructuras eclesiásticas, y que proveamos los recursos lingüísticos y culturales para que cada ministerio y grupo cultural enriquezca al cuerpo de Cristo.  

MUSULMANES (2002)

POR CUANTO la Biblia nos orienta a: «Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura, y, a que hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte»; y

POR CUANTO el Islam se ha convertido en la religión de mayor crecimiento en el mundo y ha atraído la renuncia al cristianismo entre nuestras comunidades étnicas (ABC News, Noticias de ABC), y tiene más de 6 millones de miembros en los Estados Unidos nada más (US News and World Report, Noticias de EE.UU. y Reportaje mundial), con 1.6 millones de musulmanes alrededor del mundo (Islamic Web, Red islámica); y

POR CUANTO después de los eventos del 11 de septiembre 2001, ha habido una “ola de conversión al Islam en los Estados Unidos y el mundo, con más de 35,000 convertidos en los Estados Unidos durante ese año nada más” (Islamic Web, Red islámica); y

POR CUANTO el cristianismo y el Islam son antitéticos, como resultado de siglos de conflicto histórico; y

POR CUANTO estamos a favor de los derechos humanos y de las creencias individuales, pero no podemos comprometer nuestra posición en el evangelio, de que Jesucristo es el único agente por medio del cual obtenemos la vida eterna; y

POR CUANTO los musulmanes participan activa y dinámicamente en el “evangelismo” islámico, y, está especificado en el segundo sura (capítulo, Al bacara) del Corán que Alá insta a los musulmanes a “combatid contra ellos hasta que dejen de induciros a apostatar y se rinda culto a Alá” (2:193), y, que recientemente, los terroristas internacionales han citado el Corán y Al Hadid  diciendo: “Se me ordenó combatir a los pueblos hasta que no haya dios sino Alá y su profeta Mahoma”, y, su determinación es observada cuando declaran, “defenderemos la Tierra Santa con nuestra sangre y con nuestro espíritu”; y

POR CUANTO reconocemos que la radicalización del Islam norteamericano, persigue la división, separación y enemistad entre las razas, juntamente con una doctrina fuertemente ante-semita; y

POR CUANTO Elías Mahoma le dijo a sus seguidores: “El más grande impedimento de la verdad de nuestro pueblo [o sea, los miembros de la nación islámica] es el predicador del cristianismo”;

RESUÉLVASE, ENTONCES, que la Iglesia de Dios Internacional, como denominación, busque dinámicamente entender el Islam más claramente, para así poder presentar a Cristo más eficazmente, y, amar a los musulmanes tanto hasta que lleguen a la Cruz; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que tomemos una posición compasiva pero intransigente ante el alcance de la religión islámica, y que al hacerlo así, reconozcamos que no todos los tipos de fe son iguales, pero que Jesucristo es “el Camino, la Verdad y la Vida” (Juan 14:6), y que ningún hombre puede llegar al Padre sino es por medio de Él, y, que aunque hay sólo un camino, por la sangre de Jesús la senda está abierta a todo el que crea; y

RESUÉLVASE, FINALMENTE, que el clero y la membresía de la Iglesia de Dios demuestren el irrefutable amor de Dios (Juan 3:16), de su Hijo Jesús (Juan 13:35) y del Espíritu Santo (Juan 16:7-11) y que nuestras iglesias sean llenas de gracia y denuedo para testificar del retorno de Cristo, quien «a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores» (I Timoteo 6:15) (A69, 2002, pág. 58).

ORACIÓN

Por cuanto, la Iglesia de Dios fue fundada con oración y su misión y mensaje ha dependido de ésta; y, 

Por cuanto, nuestras iglesias han sido casas de oración donde las naciones y los pueblos experimentan la plenitud del favor de Dios, su protección y liderato; y,

Por cuanto, por medio de la oración recibimos los recursos necesarios para que seamos eficaces en el cumplimiento de la Gran Comisión, hacer discípulos y adorar en espíritu y verdad; por tanto,

Resuélvase, que la oración sea el eje de la unidad y armonía del cuerpo de Cristo para que cumplamos la perfecta voluntad de Dios; y,

Resuélvase, además, que enfaticemos que la oración es el poder de la iglesia para adelantar el reino de Dios con compasión y autoridad; la oración equipa a los creyentes para que vivan en santidad, modelen las virtudes de Cristo y testifiquen de su gracia salvadora por medio del poder del Espíritu Santo.

ORACIÓN POR LA PAZ (1982)

POR CUANTO un número de naciones sufren los horrores de la guerra y muchos otros son afligidos por sistemas políticos totalitarios; y

POR CUANTO tenemos hermanos y hermanas en la fe que luchan bajo la bota de opresión política, económica y religiosa; y

POR CUANTO no somos inconscientes de su sufrimiento y necesidad de intervención divina;

 RESUÉLVASE, POR LO TANTO que esta 59ª Asamblea General de la Iglesia de Dios hace oficial su apoyo a los derechos humanos básicos (la vida, la libertad, la justicia, la libertad de expresión y la libertad de culto) para todas las personas, y que no cesamos de trabajar y orar por estos derechos en el nombre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que el tema “Señor muéstranos tu gloria” que nos ha inspirado esta semana siempre arda en nuestros corazones, motivándonos a orar sin cesar no solamente por la paz en Jerusalén, sino también por la paz de Varsovia, la paz de San Salvador, la paz de Beirut, y todas las ciudades donde los oprimidos claman por misericordia: en este sentido más amplio también unimos nuestros corazones y oramos, “Señor muéstranos tu gloria” (A59, 1982, págs. 53-54). 

PAPEL QUE JUEGAN LOS LAICOS EN LA ASAMBLEA GENERAL INTERNACIONAL (1996)

POR CUANTO los líderes laicos de la iglesia en el Nuevo Testamento fueron compañeros en el ministerio y participaron en la toma de decisiones importantes que afectaban a la Iglesia en general (Hechos 6:1-7; 15:2, 4, 22, 30; Romanos 16:1-5; I Corintios 16:1-3, 15-19; II Corintios 8:18-19; Filipenses 4:1-3; Colosenses 4:7-17);  y

PUESTO QUE desde la primera Asamblea General en 1906, ha sido la práctica de la Iglesia de Dios confiar en este compañerismo vital entre laicos y ministros; y

PUESTO QUE la Asamblea General Internacional otorga a sus laicos el mismo derecho a opinar que les otorga a sus ministros con credenciales durante las sesiones de Asamblea General;

POR LO TANTO, exhortamos a todas las iglesias a que provean ayuda financiera a sus laicos que desean asistir a la Asamblea General Internacional y a su convención nacional respectiva, siempre que haya fondos disponibles y una vez que hayan sido sufragadas las necesidades de la familia pastoral; y

TODOS LOS DELEGADOS (preinscritos treinta (30) días antes de la apertura de la Asamblea General Internacional) recibirán por correo una copia de los incisos de la agenda que será sometida ante el Concilio General Internacional para su posible inclusión en la agenda de la Asamblea General Internacional; y

DEBERÁ el Concilio Ejecutivo Internacional llevar a cabo un estudio para incrementar el tiempo otorgado para los negocios de la Asamblea General Internacional y así permitir que los laicos tengan una mayor oportunidad de participar en la discusión de los temas; y

FINALMENTE, afirmamos y apoyamos el papel bíblico e histórico y la importancia que juegan los laicos en la Asamblea General Internacional de la Iglesia de Dios. 

PLANTACIÓN DE IGLESIAS

Por cuanto, Dios es honrado y exaltado entre las naciones cuando plantamos iglesias dentro de la Iglesia de Dios; y,

Por cuanto, es urgente que la Iglesia de Dios alcance la mies, pues los períodos de mayor crecimiento en membresía están directamente relacionados con los esfuerzos por plantar iglesias; y,

Por cuanto, al plantar iglesias llevamos el amor de Dios a los corazones de los pueblos del mundo, por ende, debemos aceptar el desafío de establecer nuevas congregaciones entre todas las culturas; y,

Por cuanto,estas iglesias son parte de la estrategia de Dios para alcanzar a los pueblos que no han escuchado la historia del amor de Jesús; y,

Por cuanto, el objetivo es extender el Reino de Dios en terrenos ocupados por el enemigo; y,

Por cuanto, la supervivencia de una iglesia nueva depende que el apoyo y la supervisión que reciba su plantador; por tanto

Resuélvase, que la Iglesia de Dios enfoque sus esfuerzos en plantar iglesias. Nuestra comisión es clara, urgente y esperanzadora.

PRINCIPIOS DE SANTIDAD DE LA IGLESIA DE DIOS (1994)

Los cimientos de la Iglesia de Dios descansan sobre los principios de la santidad bíblica. Aún antes de que experimentara el derramamiento del Espíritu Santo, sus raíces estaban conectadas con el avivamiento de santidad del siglo pasado. La iglesia fue y sigue siendo una iglesia de santidad, tanto en nombre como en práctica.

     El paso de 90 años no ha disminuido nuestra convicción sobre la santidad. Por el contrario, los años han fortalecido nuestra posición de que sin santidad nadie verá al Señor.

     Hacemos conciencia de que las Escrituras nos exhortan a examinar nuestro corazón en todo momento. La constancia de la vida santa así lo requiere. La condición de nuestros días lo demanda desesperadamente. La sutil intromisión de la mundanalidad es una amenaza real y constante contra la iglesia. Debemos, por lo tanto, tener cuidado, no sea que empecemos a conformarnos al mundo, o que el amor por las cosas mundanas eche raíz en nuestro corazón, para luego manifestarse en los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida.

 Por estas razones, presentamos lo siguiente:

 POR CUANTO la Iglesia de Dios, históricamente ha sido y es una iglesia de santidad; y

 POR CUANTO somos amonestados por las Escrituras a que seamos santos; y

 POR CUANTO una ola de mundanalidad amenaza a la iglesia;

 RESUÉLVASE, POR LO TANTO, que nosotros, la Iglesia de Dios, reafirmamos nuestra norma de santidad, en doctrina, en principios de conducta y como una realidad vital en nuestro corazón.

 

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que la Iglesia de Dios cree que la vida de santidad mantiene un equilibrio entre el espíritu, la mente y el cuerpo, y que coloca al creyente en una posición que refleja a Cristo, en su relación con Dios y con sus semejantes.

 

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que como ministros, debemos mantener estas normas de santidad en nuestra vida, en nuestro hogar y en nuestro púlpito.

 

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que  volvamos a consagrar nuestra vida, como ministros y miembros, a este fin; que procuremos no conformarnos al mundo en apariencia, ambiciones egoístas, asociaciones perversas o actividades carnales.

 

RESUÉLVASE, FINALMENTE, que como ministros y miembros, busquemos ajustarnos a las virtudes positivas del amor, la misericordia y el perdón, según lo enseñó Jesucristo. 

PROTESTA DE PROGRAMAS DE TELEVISIÓN NO APROPIADOS (1976)

POR CUANTO muchos programas de televisión están llenos de escenas que denotan violencia y derramamiento de sangre, donde la preciosa vida humana es considerada sin valor por la forma en que representan quitar la vida; donde muchas veces personas desnudas son presentadas; donde el lenguaje es a menudo soez y obsceno; donde los estilos de vida anormales son presentados como si fueran culturalmente aceptados; y donde el punto de vista bíblico sobre la familia es despreciativo; y

 POR CUANTO los niños pasan muchas horas viendo la televisión durante sus años de formación;

 RESUÉLVASE, POR LO TANTO que exhortamos a todos a ejercer control sobre la selección de programas vistos en sus respectivos hogares; y

 RESUÉLVASE, ADEMÁS que la Iglesia de Dios durante su Asamblea General hace oficial su protesta contra tales programas televisivos cuestionables y se une a la Asociación Nacional de Evangélicos (NAE, por sus siglas en inglés) y la Organización Pentecostal de Norteamérica (PFNA,  por sus siglas en inglés) en presentar dicha protesta ante la Comisión Federal de Comunicaciones insistiendo que todos nosotros usamos nuestra influencia sobre los productores y los patrocinadores para que sean presentados programas de más alto contenido moral (A56, 1976, pág. 34). 

SANTIDAD DEL MATRIMONIO BÍBLICO (2016)

POR CUANTO, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos emitió un veredicto en 2015 que legalizó el matrimonio homosexual en los cincuenta estados, anulando las leyes estatales al contrario y contraviniendo costumbres milenarias de las sociedades civiles y de la mayoría de los movimientos cristianos; y

POR CUANTO, la Santa Biblia enseña sin lugar a dudas que la homosexualidad es una desviación de la norma que Dios ha establecido para la vida humana y que los «llamados matrimonios homosexuales» no pueden ser ni moral ni bíblicamente descritos como equivalentes del matrimonio; y

POR CUANTOpasajes tales como Génesis 2, versículo 24 y Mateo 19, versículos del 3 al 9, llevan a la Iglesia de Dios a afirmar que el matrimonio es una unión spiritual en la que un hombre y una mujer se convierten en uno; y

POR CUANTO, las Escrituras testifican en Romanos 1, versículos del 25 al 32 y en otros pasajes afirman que los actos homosexuales son contrarios al plan y el diseño de Dios para hombres y mujeres y por tanto pecado; y

POR TANTO, RESUÉLVASE, que los ministros y las ministras de la Iglesia de Dios no solemnizarán ni participarán de ninguna manera en casamientos con la excepción de aquellos entre un hombre y una mujer, según su sexo de nacimiento; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que las instalaciones propiedad de la Iglesia de Dios no sean utilizadas para la celebración de casamientos, recepciones nupciales o cualquier tipo de ceremonia asociada con la bendición matrimonial, a menos que sean entre un hombre y una mujer; y

RESUÉLVASE, ADEMÁS, que la iglesia y sus ministros y ministras se amparen bajo los derechos que cobijan el libre ejercicio de la religión de acuerdo con la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, así como otras leyes federales y estatales aplicables; y

RESUÉLVASE, FINALMENTE, que la Iglesia de Dios cumpla su labor de educar y predicar la verdad del modelo bíblico para el matrimonio (entre hombre y mujer de por vida) como el plan de Dios para su pueblo.

SOBRE LA PARTICIPACIÓN EN LA POLÍTICA (1992)

POR CUANTO la Iglesia de Dios como miembro de la Asociación Nacional de Evangélicos ha sostenido y ha estado de acuerdo en apoyar la Campaña Cristiana de los Ciudadanos; y

POR CUANTO los dos objetivos principales de la resolución de la Asociación Nacional de Evangélicos son exhortar a los cristianos a orar por sus líderes y ejecutar sus libertades para registrarse a votar como parte del proceso democrático; y

POR CUANTO la Iglesia de Dios es una organización internacional que históricamente ha buscado los medios santos para mejorar las normas de sus respectivas sociedades;

RESUÉLVASE, POR LO TANTO que la Iglesia de Dios, en cooperación con la Asociación Nacional de Evangélicos, exhorta a todos sus constituyentes a aprovechar cada oportunidad para pacíficamente y ordenadamente registrarse, votar, y de alguna otra forma buscar el mejoramiento de la salud, la seguridad y el bienestar general de toda la humanidad (I Pedro 2:12); y

RESUÉLVASE, ADEMÁS que todos los esfuerzos políticos deberían ser trazados prudentemente y efectuados con deliberación, en oración, sabiendo que debemos rendir cuentas a Dios por cada obra que hacemos (Romanos 2:12), o dejamos de hacer, de acuerdo con Su plan eterno y divino para el hombre (A64, 1992, pág. 79). 

SOBRE LA POBREZA GLOBAL

Por cuanto, la pobreza global ha alcanzado niveles alarmantes, pues 1.2 billones de personas sobreviven con menos de $1.25 dólares al día y carecen de los servicios básicos de nutrición, salud y educación; y,

Por cuanto, en el año 2000 los líderes mundiales prometieron que reducirían la pobreza extrema para el 2015; y,

Por cuanto, la Santa Biblia claramente nos ordena, «hacer justicia, amar misericordia y humillarnos ante Dios» (Miqueas 6:8); y,

Por cuanto, un grupo de iglesias pentecostales y evangélicas se han propuesto unir a 100 millones de cristianos en oración y acción por la pobreza mundial;

Resuélvase, que nos reafirmemos en imitar el ejemplo de Jesús, el Señor de la Iglesia, quien dijo: «El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanara los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos y vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos y a predicar el año agradable del Señor» (Lucas 4:18-29); y,

 Resuélvase, además, que exhortemos a los gobiernos de las naciones representadas por los miembros de la Iglesia de Dios a que honren su promesa de reducir a la mitad la pobreza global extrema para el año 2015, y que les llamemos a cuentas para que actúen con integridad y justicia a favor de los pobres.   

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